Platón en la noria sin agua

La idea etapa en etapa al principio se va. Da un paso de viernes para explicar la imagen grabada en intento de movimiento. La web es a la idea lo que el que calla otorga es al tutorial. Y así la idea se interna como un media punta y chuta OK en un mailer azul. Ella siempre hace planes y discrimina entre fuera y dentro. A veces es solo para nosotros. Otras se envía un boletín o siete no sé bien si parecidos normales también. O con un correo se disculpa de tanta maquetación de bienvenida electrónica. Normal que a veces lo preferible sea dudar o abandonar. Aunque miremos con atención el sábado es lo igual a resolver en video que de explicación del cómo pero no de qué. Se aclara el poder de la maraña. Las sombras son el reflejo y no el fuego que reverbera. Un sitio en ese mismo hecho reúne lo que hay. Son las tareas que cambian la idea por otras colindantes y saltarinas. Y de nuevo el aroma de otro boletín asesta información a la cabeza de las gentes abatidas sobre el teclado manchado de saliva y sangre tras el primer o sexto contacto o yo qué sé. Al final la idea muta para tenerlo claro hacerlo fácil y no dar nada a cambio. Editar no es meditar. Es un sintagma verbal que aplaza obligaciones para subyugarte. Luego viene el estreno siempre con unos mínimos. Inventar lo que sea para hacer lo que sea quien quiera que sea que quiera. Aunque sea poco. Más que sea sucio. O que en realidad no importe. La cosa es montar una tienda de campaña y poner a buen recaudo las leyes del algoritmo. Dicen que toda idea busca un usuario. Pero las personas no pueden ir junto con el paso o justo a continuación. El tiempo depende del camino. Ver para creer. Como vaya el caminante o si leyó lo que había que leerse solo importa a quien pierda el tiempo. Todo esto que hice lo digo último yo gigante en base al único enlace que hay porque ninguno forma mi credo otro pero buscaré cual nereida como no hay más que la mía me importa mucho que soy yo único y solo camino abajo de mi cueva grande como un ego grande. Pero no tengo ningún interés en especial en hacer lo que digo. 

Dos segundo hacer boletines alados que ven de la web la apertura la gala el estreno como algo de ya o más tarde donde haya decidido el socio qué como para qué como mínimo para alguna cosita de unos tendidos a una dispuestos a meter. ¿Tu tienes proyecto ni ná? Yo tengo envíos boletines altas bajas dados los tales que no entran en mi paraíso del sillón empantanado de mi cara. La más frágil expresión en Internet ya es alguna mierda que colgar. La vida no es mínima ni espera a nadie. Hacen chulas las faltas. Los objetos sin pasta no se implementan. El boletín ya tercero es una tienda de campaña donde la idea recauda vientos. Toda la pasta el mundo pide saber al momento ya de qué va la historia y llega ahora. Evidente el dinero también corto puede ir a saco al enviar un tocho. Y después que haya varias formas de olerlo es la idea certera para que te de igual cómo hacerlo. Porque lo que importa es escoger una posibilidad la que sea ya que habrá que hacerlo. No por algo más. No porque se quiera y no se pueda explicar por qué. Escojas lo que escojas estás en mis manos.

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