Que tal vez me gaste una broma y yo no sepa verlo dentro de esas voces dispersas… quiero verte en un reto al vértigo. Vives con el oído pegado a la ventana por si alguien toca en los cristales donde dejas el vaho que sale de tu boca. Puede ser una lechuza o un romeo disfrazado de buhonero. No hay balcón, solo ventana, cristal, labios y escucha. Es la rueda de la espera que vives en el anhelo de extraños. Siento que el corsé no me ha impedido aún respirar. Vienes con tu latido a sacar de en medio de mi pecho una simple rima que te haga sonreír. ¿Y yo qué te pido?
Un beso.